No es ningún secreto que las entrevistas de trabajo son estresantes. Pero lo que mucha gente no sabe es que el proceso de la entrevista no termina cuando sales de la sala. De hecho, hay tres etapas en el proceso de la entrevista de trabajo: la preparación de la entrevista, la entrevista en sí misma, y lo que hay que hacer después del encuentro con el reclutador.

Cada etapa presenta su propio conjunto de retos, pero con una cuidadosa preparación puedes asegurarte de que das lo mejor de ti y maximizar tus posibilidades de conseguir el trabajo.

Antes de la entrevista

El primer paso en cualquier proceso de entrevista de trabajo es prepararse para el encuentro con el reclutador. Esto incluye investigar sobre la empresa, practicar tus respuestas a las preguntas habituales de la entrevista y vestirte adecuadamente para la ocasión. También es importante llegar a tiempo y ser educado con todos los que conozcas.

La entrevista propiamente dicha durará probablemente unos 30 minutos, y es importante mantenerse concentrado y responder a las preguntas del entrevistador. Intenta relajarte y ser tú mismo: es probable que el entrevistador intente hacerse una idea de tu personalidad, además de tus cualificaciones.

Una vez terminada la entrevista, asegúrate de enviar un correo electrónico o una nota de agradecimiento al entrevistador. Esto demuestra que estás interesado en el trabajo y que aprecias su tiempo.

Durante la entrevista

El proceso de la entrevista puede ser intimidante, pero con un poco de preparación, puedes aprovechar al máximo tu oportunidad. La primera etapa es la preparación de la entrevista. Esto incluye investigar sobre la empresa y el puesto, practicar tus respuestas a las preguntas más comunes de la entrevista y vestirte para triunfar.

La siguiente fase es la entrevista propiamente dicha. Esta es tu oportunidad de venderte como el mejor candidato para el puesto. Prepárate para responder preguntas sobre tu experiencia, tus habilidades y tus objetivos, y no tengas miedo de hacer preguntas sobre la empresa y el puesto. En este momento, debes tener en cuenta algunas cuestiones: primero, sé sincero; segundo, ten confianza; y tercero, sé tú mismo.

Después de la entrevista

La etapa final del proceso de la entrevista de trabajo es lo que hay que hacer después de la reunión. Esto incluye el envío de una nota de agradecimiento, el seguimiento del reclutador y el mantenimiento del contacto.

Enviar una nota de agradecimiento es una forma educada de mostrar tu aprecio por el tiempo del entrevistador. También es una buena oportunidad para recordarle al reclutador por qué eres el mejor candidato para el puesto.

El seguimiento del reclutador es una buena forma de permanecer en su radar, y también puede ayudarte a obtener más información sobre el trabajo o el proceso de contratación.

Por último, mantenerse en contacto es una buena forma de mantener tu nombre ante el reclutador y seguir siendo el primero en la lista. Puedes hacerlo enviando artículos o actualizaciones sobre tu sector, o simplemente manteniéndote en contacto por correo electrónico o en las redes sociales.

No tenemos dudas de que este tipo de detalles son aquellos que marcan un antes y un después en tus entrevistas. ¿Quieres conocer más acerca de estas cuestiones? ¡Continúa navegando por nuestros otros artículos!

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